Agentes de Cáritas24/07/2023

Pura Luz: «Hemos cambiado los alimentos por vales que les vienen mucho mejor»

Pura recibió el reconocimiento de Cáritas Valencia por su labor de tantos años al servicio de las familias más desfavorecidas de Sollana.

Pura Luz no se esperaba, a sus 93 años, recibir el reconocimiento de Cáritas Valencia por su labor de tantos años al servicio de las familias más desfavorecidas de su pueblo, Sollana. Fue una alegría y también un agradecimiento, como ella misma dice.

Pura, ¿cuántos años llevas perteneciendo a Cáritas Santa María Magdalena de Sollana?

Son tantos que ya ni me acuerdo. Cuando empezamos éramos pocos y muy jóvenes. Hacíamos lo que podíamos. Yo vine de casada a Sollana y enseguida me incorporé a la catequesis y a Cáritas. Y a lo que me necesitaran en la iglesia.

¿Cómo empezasteis?

Visitábamos a las personas que no podían venir, les llevábamos algo de comidita y charrábamos un rato. Lo hacíamos cada quince días pero si veíamos que lo necesitaban más, íbamos más a menudo. Sobre todo eran personas mayores y también alguna enferma. Los hijos trabajaban y se encontraban muy solas. Ellas nos decían que fuéramos más. Se distraían mucho. Aun hoy, al salir de misa, voy todos los días a visitar a una vecina que está un poco delicada para hacerle un rato de compañía.

¿Teníais otras actividades?

Teníamos un local para reunirnos. En Navidad recogíamos comida y la repartíamos entre quienes más lo necesitaban. También venían personas en busca de consejo. Yo no tengo estudios pero escuchábamos y hablábamos con ellas para que se sintieran mejor. Algunos de los que empezaron conmigo ya se han ido con el Señor. Ahora, quienes más trabajan son Carmen y David. Ellos son quienes hacen los papeles y los demás hacemos lo que podemos. Hemos cambiado los alimentos por vales que les vienen mucho mejor porque se compran lo que de verdad necesitan.

Dices que te sientes agradecida por el reconocimiento de Cáritas en el pasado Día del Voluntariado.

Me siento muy agradecida porque nos ha correspondido a las personas que nos hemos dedicado tantos años a la caridad. 

¿Se ha ido incorporando gente nueva al equipo?

¡Ay, eso queremos! Todo es decirlo pero es muy difícil.

En el pueblo, ¿ha cambiado mucho la sociedad desde que empezasteis a estos tiempos?

¡A dónde vas a parar! Había más compañerismo entre vecinos, iba más gente a la iglesia. Las tradiciones, como las procesiones, se han ido perdiendo. Nosotros y otro chico ayudamos al párroco en todo lo que podemos.

¿Y las personas que atendéis, también han cambiado?

Antes eran del pueblo. Ahora han venido de Perú, de Colombia, y otros lugares. Hasta dieciocho o diecinueve familias que tenemos la mayoría son de fuera. Sobre todo son mujeres con hijos que se dedican al servicio doméstico y también algún marido. Decimos lo de “haz el bien y no mires a quién”. Nosotros queremos el bienestar de todo el mundo.       

Eres una mujer muy activa, ¿verdad, Pura?

Me considero la mujer más rica del mundo porque con noventa y cuatro años vivo sola, me hago todo en casa y estoy en la Iglesia y en Cáritas haciendo todo lo que puedo. Me muevo mucho.

Apunta Carmen, la directora de la Cáritas parroquial, que Sollana es un pueblo muy pequeño con muchas personas mayores que cogen a las personas que vienen de fuera para que les cuiden y les hagan los trabajos domésticos. Es un triple beneficio, para las personas que vienen a trabajar, para los mayores y para los hijos que trabajan y no se pueden ocupar bien de los padres.

Dice Pura que se considera la mujer más rica del mundo, pero la verdad es que Pura y la gente como ella, entregada al prójimo, son la verdadera riqueza del mundo.