Cáritas parroquiales16/07/2024

Pilar Pastor: «Yo le digo al Señor que estaré en Cáritas hasta que Él quiera, a su disposición»

Pilar Pastor, voluntaria de larga trayectoria, fue una de las homenajeadas por Cáritas Valencia el Día del Voluntariado en diciembre pasado.

Pilar se sincera con nosotras y confiesa que, al principio, de una manera un poco inconsciente, en cuanto tuvo tiempo lo quiso dar a la llamada que del Señor sentía.

Trabajando en una notaría se ocupaba de hacer muy bien las cosas y eso no le permitía otra ocupación importante. Mujer creyente, de familia religiosa, nos dice que «siempre había llevado dentro el gusanillo de la labor de Cáritas». En el año 2004 ya pidió incorporarse al equipo de su parroquia, La Natividad de Nuestra Señora o de Santa María como la conocemos hoy, en Alcoi. Cuando me aceptaron, lo primero que vino fue la formación, ese mismo año.

«Entré con muchos deseos y mucha ilusión de llegar a la gente. Empecé en un proyecto, que ya teníamos entonces en la parroquia, de acompañamiento a personas migrantes. Habían llegado muchas personas del Este de Europa y de Marruecos. Me asignaron, sin ser maestra, la misión de ayudar en el idioma, en el español. Dije que era una locura porque yo no tenía esas capacidades», añade.

Pero Pilar se deja hacer por el Señor.

Le aseguraron que lo haría muy bien porque sabían que se responsabilizaba de todo lo que llevara entre manos. Empezó a preparar las clases con dedicación y profesionalidad, conoció a su alumnado, tan necesitado de todo y empezó la primera clase. 

«Sobre todo creo en los lazos de amistad, lo que valió mucho porque era difícil entendernos. En una pizarra fui poniendo las letras y empecé a encontrarme muy feliz. Muchos de los del Este volvieron a sus países y los que quedaron aquí están muy integrados y seguimos manteniendo la amistad. Con otros de los que marcharon nos llamamos por Navidad y en fechas puntuales».

Han necesitado otros recursos de Cáritas y echaban una mano en todo lo que podían porque, aunque entonces los alquileres no eran muy altos, para unas personas que no tenían trabajo era difícil salir adelante. Estaban angustiadas, sus cabezas estaban puestas en esas necesidades y la disposición para el trabajo menguaba.

«Esa fue mi primera etapa y tengo que decir que allí me encontré con personas voluntarias de Cáritas extraordinarias de las que aprendí muchísimo. Ese poner el corazón en todo, ese no prejuzgar a la gente, esa aceptación, en principio, de todos… Finalizó este proyecto y empecé con la Acogida hasta hoy».

Otro punto de inflexión en la vida de Pilar y se encontró en el mejor lugar para dar la cálida bienvenida a unas personas muy necesitadas de apoyo para salir adelante para que sintieran que habían llegado al lugar adecuado para descansar el alma. 

«Al principio empecé a tratar a personas de etnia gitana. Yo estoy abierta a todo el mundo pero me resultó costoso porque ellos tienen formados sus propios grupos sociales. Son personas que te las tienes que ganar y así ocurrió. Muchos, con el tiempo, han dejado de venir pero sigo teniendo relación con ellos. Hemos ayudado a adecentar viviendas, por ejemplo. La hija pequeña de una de estas familias ha acabado un módulo de peluquería y eso es un gran logro. Estoy contenta de este caminar».

Y añade: «Yo siempre doy gracias al Señor por haberme dejado trabajar en estas parcelas de Cáritas. Sentí su llamada, después vino el compromiso y todo desembocó en la acción. Ahora soy una persona mayor, tengo ya muchas limitaciones y hay que dar paso a gente nueva. Este curso, han llegado voluntarias más jóvenes que se ocuparán de las cuestiones más importantes. Yo le digo al Señor que estaré en Cáritas hasta que Él quiera, a su disposición».

Pilar considera Cáritas como una vocación que no acaba nunca. El presidente y la directora le propusieron que, junto a ellos, formara parte de un equipo de formación-reflexión y de oración para unos periodos determinados y pensó que sería bueno hacerlos coincidir con los tiempos litúrgicos de la Iglesia y también, con el comienzo y fin de curso. El primer tema, bajo el título de “Por la llamada al compromiso y a la acción” ya lo está preparando.

«En estos tres elementos hay que profundizar porque yo lo he ido descubriendo con el paso del tiempo. No se trata de ocupar un tiempo con una buena obra, que está muy bien, pero Cáritas va mucho más allá. Nuestro modelo es Jesús y si no lo conocemos en profundidad no podemos actuar. No podemos empaparnos de esa misericordia y esa compasión que hace falta en el mundo. Es el descubrimiento de Jesús. Espero que el Señor me dé salud y habilidades para  llevar a cabo este trabajo».   

Y es que todo empieza por ahí. Esa llamada del Señor que hace que todo se mueva, que discurra por los cauces que su Amor nos proporciona y que no falla nunca.