Las criaturas, queridas en su ser propio
Recién celebrado el Día Internacional de la Madre Tierra reflexionamos sobre nuestro modelo socioeconómico.
Recién celebrado el Día Internacional de la Madre Tierra reflexionamos sobre nuestro modelo socioeconómico que conduce a todos los seres vivos que habitamos la casa común hacia situaciones difíciles.
Como señala Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, en su Mensaje General con motivo de este día: «Desde el aire que respiramos y el agua que bebemos hasta el suelo del que nos alimentamos, la salud de los seres humanos depende de la salud de la Madre Tierra».
Por ello hoy invitamos a “releer” la elocuente fotografía publicada en el sumario de Crónica de la Solidaridad 59, de junio de 2019, pág. 2, que invitamos a contemplar, en la que mediante un entrañable abrazo al “hermano árbol”, se reconoce el valor propio que los demás seres vivos tienen ante Dios.
A ese reconocimiento nos invita el papa Francisco en Laudato si’ cuando dice: «A la vez que podemos hacer un uso responsable de las cosas, estamos llamados a reconocer que los demás seres vivos tienen un valor propio ante Dios y, por su simple existencia, lo bendicen y le dan gloria».
