Análisis y reflexión02/10/2023

El derecho humano a la vivienda

Cada primer lunes de octubre, el mundo conmemora el Día Mundial del Hábitat, para reflexionar, entre otras cosas, sobre este derecho.

Cada primer lunes de octubre, el mundo conmemora el Día Mundial del Hábitat, una fecha designada por las Naciones Unidas para reflexionar sobre el estado de nuestros entornos urbanos y el derecho humano a una vivienda. En un planeta cada vez más poblado y urbanizado, este día cobra una importancia creciente, ya que nos insta a considerar cómo creamos, gestionamos y vivimos en nuestras comunidades.

El derecho humano a una vivienda adecuada se reconoce como un principio fundamental en la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Este derecho humano no se limita a proporcionar un techo sobre nuestras cabezas, sino que se refiere a garantizar que las viviendas sean seguras, asequibles, habitables y culturalmente adecuadas. En resumen, se trata de crear un entorno donde las personas puedan vivir con dignidad.

Sin embargo, en muchas partes del mundo, este derecho se ve amenazado. La falta de viviendas asequibles, el crecimiento desordenado de las ciudades, la especulación inmobiliaria y la falta de acceso a servicios básicos como agua potable y saneamiento son solo algunos de los desafíos que enfrentan millones de personas. El Día Mundial del Hábitat nos recuerda que debemos abordar estas cuestiones de manera urgente y sostenible.

Construyendo hogares y comunidades sostenibles

El tema del Día Mundial del Hábitat de este año 2023, «Economías urbanas resilientes. Las ciudades como motores de crecimiento y recuperación”, resalta la importancia que tiene encontrar formas en las que las ciudades puedan recuperarse tras una serie de crisis económicas globales relacionadas con la COVID-19 y los conflictos, considerando no solo la vivienda en sí, sino también el entorno que la rodea, ya que una vivienda adecuada no debe estar asilada, debe formar parte de una comunidad que promueva la inclusión, la seguridad y la sostenibilidad.

Para lograr comunidades sostenibles, es esencial tener en cuenta varios aspectos tales como: que la vivienda sea asequible; que la planificación urbana se desarrolle fomentando la movilidad, el transporte público y la planificación de espacios verdes; que el acceso a agua potable, saneamiento, electricidad y servicios básicos estén disponibles para todos y todas; que se implementen medidas inclusivas y acogedoras a personas de diferentes orígenes y situaciones económicas; y que se diseñen comunidades para resistir los impactos del cambio climático; esto incluye la construcción de edificios más sostenibles y la adaptación de las ciudades para enfrentar desafíos climáticos y crisis sanitarias como la del COVID-19.

El papel de la sociedad civil

El Día Mundial del Hábitat también destaca el papel crucial de la sociedad civil y las entidades sociales en la promoción y protección del derecho humano a la vivienda. Nuestras organizaciones desempeñan un papel esencial al abogar por políticas que fomenten la equidad y la justicia en la vivienda y al proporcionar apoyo a las comunidades más vulnerables. Desde la Comisión de Derechos Humanos de Cáritas Diocesana de Valencia, nos hemos marcado como objetivo trabajar por una vivienda asequible, segura y adecuada, habida cuenta que es donde nuestros participantes encuentran mayor dificultad para la inclusión social. Trabajar por el derecho humano a la vivienda, es hacerlo también por el resto de los derechos humanos, puesto que careciendo de vivienda se vulneran también el derecho a la educación, a la salud, a la vida digna, al trabajo, a una infancia segura o al desarrollo de la vida familiar. Sin vivienda digna, accesible y adecuada el resto de los derechos se vulneran sistémicamente. Podemos decir que el derecho humano a la vivienda adecuada es un derecho estructural.

En conclusión, el Día Mundial del Hábitat nos recuerda que el derecho humano a la vivienda adecuada es esencial para la dignidad humana y el bienestar de las comunidades. Debemos esforzarnos por construir hogares y comunidades sostenibles donde todas las personas tengan la oportunidad de vivir con seguridad y dignidad. Es un llamado a la acción global para garantizar que el sueño de un hogar adecuado sea una realidad para todos los seres humanos.