Agentes de Cáritas14/07/2023

Ana Serra: «Las personas que tienen que vivir en la calle se merecen que la sociedad se ocupe de ellas» 

Ana ha hecho prácticas en el Centro Ocupacional Mambré y ha obtenido Matrícula de Honor en su trabajo fin de Grado.

Cuantas personas han colaborado con Ana Serra en sus prácticas y su posterior trabajo fin de Grado en el Centro Ocupacional Mambré de Cáritas Diocesana de Valencia se han sumado con regocijo a una sincera felicitación por la Matrícula de Honor que Ana ha obtenido con su trabajo entre ellos. “Ha demostrado que es una alumna brillante y que será una gran profesional” dice quien ha compartido este proceso con ella.

Y es que Ana, que ha cursado Educación Social, es de vocación social muy temprana. Tiene veintidós años y un futuro por delante con las ideas muy claras para que se desarrolle del lado de las personas más frágiles de la sociedad. Su familia, afirma Ana, ha sido siempre muy voluntariosa. Ella misma ha sido voluntaria en Cruz Roja y ha acompañado, siempre que ha podido, a su padre, que ha estado metido en Protección Civil.

Ana, es posible que las personas más mayores tengamos una idea un tanto banalizada de la juventud por lo que se nos muestra en medios de comunicación. Sin embargo, en ti vemos una clara muestra de que eso no  es así.

No es así. La mayoría de las veces la gente joven nos esforzamos por estudiar, trabajar y hacer cosas buenas.

Esta dedicación profesional quizás esté destinada a que te traiga muchos sinsabores al trabajar con las personas que más dificultades tienen para encauzar una vida y sentir, también, el rechazo que producen en buena parte de la sociedad.

Desde muy pequeña siempre he tenido claro que quería trabajar de cara a la gente. Descubrí la carrera de Educación Social, vi en qué consistía y supe, enseguida, que era a lo que yo me quería dedicar. Alguna asignatura me ha costado un poco más, pero en general todo ha ido muy bien. Las personas que tienen que vivir en la calle, por ejemplo, bien se merecen que la sociedad se ocupe de ellas y haga algo por ellas.    

¿La decisión de elegir esta carrea ha tenido algo que ver con la religión?

No. Ha sido al margen totalmente.

Y, sin embargo, sí que eliges para tu trabajo de fin de grado una entidad de la Iglesia.

El curso pasado hice un trabajo de Interáreas que consistía en un estudio conjunto, en grupo, de las cinco o seis asignaturas del primer cuatrimestre y tuvimos que elegir una entidad y enfocarla a un ámbito. Fui a Mambré y me gustó por todo lo que aporta, tanto a las personas trabajadoras como a las participantes. Es un ámbito muy invisibilizado del que no se habla apenas, ni en el grado ni en la sociedad, y quise aprender de todo ello. Tenían una oferta de prácticas y la elegí.

Durante el tiempo que ha durado el Grado, ¿habías hecho algún voluntariado que te reafirmara en tu decisión?

En primero, en la asignatura de psicología, hicimos un voluntariado y después un trabajo sobre él. Estuve de voluntaria en el CAES Santiago Apóstol haciendo acompañamiento y dando clases de refuerzo a niños y niñas de etnia gitana. Y, sí, claramente, ese era mi camino.

¿Qué ha supuesto Mambré para ti?

En Mambré hacen un trabajo increíble con las personas que acuden allí. Hay un ambiente así, increíble. Les acompañan, trabajan con ellos y ¡aprenden de ellos! Yo cada día aprendía algo nuevo. Y eso importa. Primero de todo a quitarme todos los prejuicios que hay hacia las personas en situación de sin hogar. También a valorar más la vida y a cómo relacionarme con las personas. Al principio no sabes muy bien cómo relacionarte con estas personas porque, como ya he dicho, en el Grado nunca se ha hablado de ellas pero, una vez las conoces, ya fluye todo.

Te tratan de igual a igual, con una naturalidad extraordinaria y ya se ha producido el milagro de la buena relación.

Así es. Me he sentido como una más, ni superior ni diferente. Una más. Como ellos. Me han contado muchas dificultades que han vivido a lo largo de su vida y cómo la sociedad les ha tratado. La sociedad tiene muchos prejuicios hacia ellos y ellos demuestran lo contrario. Tienen mucha capacidad de comprensión.

Al acabar tus prácticas, ¿ha surgido una despedida o se te ha quedado en el corazón una puerta abierta a la vuelta?

Les he cogido mucho cariño. Se alegraron mucho de que terminara mi carrera. Me despedí de ellos sabiendo que volvería. Ya he vuelto a visitarles y lo haré más veces.

¿Qué planes tienes de futuro?

He empezado a tirar el currículum. No me cierro a nada. Yo quiero aprender. Estoy buscando con las personas en situación de sin hogar, personas mayores, menores… Ya he hecho una entrevista con Recursos Humanos de Cáritas para hacer, de momento, unas sustituciones en el centro San Esteban y estoy a la espera. A ver si tengo suerte.

También nosotros le deseamos mucha suerte a Ana y que pueda hacer mucho bien por allá por donde pase.