Análisis y reflexión18/10/2023

Abramos los ojos ante la trata de personas

Hoy conmemoramos el Día Europeo contra la Trata de Seres Humanos.

Solemos decir que la trata de personas significa reclutar, trasladar, desplazar, ocultar o recibir personas, por medio de amenazas, uso de la fuerza u otras formas de coacción, secuestro, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad.

También hablamos de trata como el acto de dar o recibir cualquier tipo de retribución o beneficios con el fin de conseguir el consentimiento de una persona que tenga dominio sobre otra, con el propósito de explotarla.

Las mujeres y los niños y niñas son el principal objetivo de este tráfico, sobre todo por su falta de recursos materiales y porque pertenecen, en mayor número, a los sectores sociales que son “invisibles”. Esta pandemia que azota a toda la humanidad, se ceba más con las personas especialmente vulnerables.

En nuestra sociedad están surgiendo nuevas pobrezas y esto hace que no dejen de surgir distintas y nuevas modalidades de trata.

«La pobreza, el desempleo y la creciente economía informal, junto con la demanda de mano de obra y servicios baratos, son factores que favorecen la trata con fines laborales. La pandemia de COVID-19 y la agresión de Rusia contra Ucrania han acrecentado las vulnerabilidades frente a la trata de seres humanos. Cada vez más víctimas son captadas a través de las redes sociales, y el uso de la tecnología de la información y la comunicación plantea desafíos adicionales para investigar y enjuiciar los casos de trata de personas», tal como explica el el Grupo de expertos en la lucha contra la trata de seres humanos (GRETA) del Consejo de Europa.

Desde el Programa Mujer Jere-Jere de Caritas Valencia, además de acompañar a mujeres que sufren o han sufrido esta situación, denunciamos esta realidad dramática para ayudar a desenmascararla y hacerla visible.